El sonido llega distinto a los oídos según las condiciones materiales en que se produce. Sofía Maya, arquitecta especializada en acústica, afirma que en los espacios subterráneos hay mucha reverberación, es decir, el sonido queda contenido en el lugar, aturde.

Así suena una guitarra eléctrica tocada en un espacio sobre el nivel del suelo. El sonido “traspasa los materiales”, explica Maya.

Cuando una habitación está bajo tierra no hay nada del otro lado, entonces el sonido “refleja y vuelve”, como en esta sala subterránea . Es como “meterse en una cueva”, sobre todo cuando la pared está hecha de materiales duros en los que el sonido refleja más, por ejemplo, la piedra.

Para mejorar la calidad de sonido en un espacio, explica Maya, se trabajan dos cosas: absorción y aislación. La forma de que el sonido se absorba en lugar de reflejar y volver, es utilizar superficies blandas. Algunos lugares utilizan maples de huevo, como este sótano, o paneles acústicos de madera con lana de vidrio y tela. Los muebles y cortinas también absorben y ayudan a disminuir la reverberación.

En el siguiente video podés ver la misma melodía grabada en tres espacios diferentes: